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Seguridad de los bifosfonatos
Revista de la Sociedad Española del Dolor 2011;18(1): 43-55
VIDAL MA, MEDINA C, TORRES LM
Revista de la Sociedad Española del Dolor 2011;18(1): 43-55
Resumen del Autor:
Existe una amplia indicación de uso y la mayoría de los
tratamientos con bifosfonatos son prolongados en el tiempo,
lo que ha favorecido la aparición de nuevos efectos adversos
asociados a su uso: la osteonecrosis de los maxilares
(ONM), el dolor grave, las fracturas atípicas, la estomatitis
y los trastornos inflamatorios oculares. El objetivo de este
artículo es hacer un repaso del estado actual de la seguridad
de estos fármacos, describiendo la aparición de los
nuevos efectos adversos.
Los bifosfonatos pueden dividirse en dos tipos en función
de su estructura química y mecanismo de acción, la
presencia o no de nitrógeno en su molécula conlleva diferencias
de potencia.
No disponemos de pruebas que nos permitan identificar a
los pacientes que presenten un riesgo más elevado de desarrollar
ONM para tomar las medidas preventivas oportunas.
No se ha podido demostrar la relación causal de los bifosfonatos
con las fracturas atípicas, pero se recomienda prescribir bifosfonatos en pacientes que se recuperan de
una fractura reciente.
Tampoco existe evidencia de que los bifosfonatos sean
los causantes del dolor óseo, muscular o articular, pero hay
tener en cuenta en la mayoría de las ocasiones que el dolor
desaparece al suspender el tratamiento con bifosfonatos.
No se pueden establecer conclusiones definitivas para
establecer una relación causal entre la utilización de bifosfonatos
y el aumento del riesgo de FA. Habrá que considerar
la existencia de otros factores de riesgo e individualizar,
así como vigilar la posible aparición de alteraciones del ritmo
cardiaco.
No se ha podido confirmar la existencia de un mayor riesgo
de padecer cáncer esofágico asociado a la toma de bifosfonatos.
No obstante, la FDA recomienda no prescribir bifosfonatos
orales a los pacientes con esófago de Barret.
Existe una amplia indicación de uso y la mayoría de los
tratamientos con bifosfonatos son prolongados en el tiempo,
lo que ha favorecido la aparición de nuevos efectos adversos
asociados a su uso: la osteonecrosis de los maxilares
(ONM), el dolor grave, las fracturas atípicas, la estomatitis
y los trastornos inflamatorios oculares. El objetivo de este
artículo es hacer un repaso del estado actual de la seguridad
de estos fármacos, describiendo la aparición de los
nuevos efectos adversos.
Los bifosfonatos pueden dividirse en dos tipos en función
de su estructura química y mecanismo de acción, la
presencia o no de nitrógeno en su molécula conlleva diferencias
de potencia.
No disponemos de pruebas que nos permitan identificar a
los pacientes que presenten un riesgo más elevado de desarrollar
ONM para tomar las medidas preventivas oportunas.
No se ha podido demostrar la relación causal de los bifosfonatos
con las fracturas atípicas, pero se recomienda prescribir bifosfonatos en pacientes que se recuperan de
una fractura reciente.
Tampoco existe evidencia de que los bifosfonatos sean
los causantes del dolor óseo, muscular o articular, pero hay
tener en cuenta en la mayoría de las ocasiones que el dolor
desaparece al suspender el tratamiento con bifosfonatos.
No se pueden establecer conclusiones definitivas para
establecer una relación causal entre la utilización de bifosfonatos
y el aumento del riesgo de FA. Habrá que considerar
la existencia de otros factores de riesgo e individualizar,
así como vigilar la posible aparición de alteraciones del ritmo
cardiaco.
No se ha podido confirmar la existencia de un mayor riesgo
de padecer cáncer esofágico asociado a la toma de bifosfonatos.
No obstante, la FDA recomienda no prescribir bifosfonatos
orales a los pacientes con esófago de Barret.
Bisphosphonates are widely indicated, and most therapies
using bisphosphonates are given long-term, which has
favored the emergence of new associated adverse effects --
maxillary osteonecrosis (MON), severe pain, atypical fractures,
stomatitis, and inflammatory eye disorders. The goal
of this paper is to review the current safety status of these
drugs, and to describe the newly emerging adverse effects.
Bisphosphonates may be divided up into two types according
to their chemical structure and mechanism of action,
as the presence or absence of nitrogen in their molecule
entails differences in power.
No tests are available that allow an identification of patients
at higher risk for developing MON in order to adopt
appropriate preventive measures.
The causal relationship of bisphosphonates with atypical
fractures could not be demonstrated, but their prescription
is recommended in patients recovering from recent
fractures.
Nor is there any evidence that bisphosphonates may induce
bone, muscle, or joint pain, but consideration must be
given to the fact that pain subsides on most occasions upon
bisphosphonate therapy discontinuation.
No definite conclusions can be drawn to establish a
causal relationship between bisphosphonate use and increased
risk for AF. The presence of other risk factors
should be taken into account, and patients should be surveilled
on an individual basis for the potential emergence
of heart rhythm disturbances.
The actuality of a higher risk for esophageal cancer in
association with the use of bisphosphonates could not be
confirmed. However, the FDA recommends that oral bisphosphonates
should not be prescribed for patients with
Barretts esophagus.
Traducir
Notas:
Palabras clave:
Efectos colaterales y reacciones adversas relacionados con medicamentos , Bifosfonatos, Cáncer de esófago, Dolor, Dolor oseoarticular, Farmacocinética, Fibrilación auricular, Mecanismo de acción, Medicina basada en la evidencia, Osteonecrosis, Revisión, Seguridad de medicamentos, Uveítis
ID MEDES:
66789
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