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Lesión postraumática de arteria carótida
Anales de Pediatría 2002;56(2): 171-174
BALSERA GARRIDO B, RODRÍGUEZ FERRÁN L, PONS ÓDENA M, VERNET BORIL A, PALOMEQUE RICO A
Anales de Pediatría 2002;56(2): 171-174
Resumen del Autor:
Las lesiones postraumáticas de arteria carótida son muy raras en la población general, y más en la infancia por la elasticidad de los vasos. Su escasa expresión clínica inicial puede retrasar el diagnóstico hasta la aparición de signos neurológicos a menudo irreversibles. Se puede manifestar como síndrome de Horner, síncopes, cefalea, vértigo, cambios visuales, afasia y accidentes isquémicos transitorios. Se debe descartar una lesión ante: signos físicos de lesión de tejidos blandos del cuello, examen neurológico incompatible con los hallazgos de la tomografía computarizada (TC), desarrollo de déficit neurológicos tardíos y síndrome de Horner. El caso que se expone en esta nota clínica presentó una crisis parcial y hemiplejía a los 3 días del traumatismo.
La técnica diagnóstica más sensible es la angiografía, aunque al ser agresiva se practica cuando hay sospecha por ecografía Doppler, TC o angiorresonancia. El tratamiento ha de ser individualizado.
La anticoagulación constituye la terapia estándar y el tratamiento antiagregante está indicado en casos de contraindicación relativa para la anticoagulación y en pacientes asintomáticos, quedando el tratamiento trombolítico reservado para las primeras horas de evolución. La reparación quirúrgica constituye el tratamiento de elección en los seudoaneurismas y dado que la inaccesibilidad suele ser uno de los problemas principales de la cirugía, los stents intravasculares pueden constituir una buena alternativa terapéutica en las lesiones que no responden a tratamiento médico.
Las lesiones postraumáticas de arteria carótida son muy raras en la población general, y más en la infancia por la elasticidad de los vasos. Su escasa expresión clínica inicial puede retrasar el diagnóstico hasta la aparición de signos neurológicos a menudo irreversibles. Se puede manifestar como síndrome de Horner, síncopes, cefalea, vértigo, cambios visuales, afasia y accidentes isquémicos transitorios. Se debe descartar una lesión ante: signos físicos de lesión de tejidos blandos del cuello, examen neurológico incompatible con los hallazgos de la tomografía computarizada (TC), desarrollo de déficit neurológicos tardíos y síndrome de Horner. El caso que se expone en esta nota clínica presentó una crisis parcial y hemiplejía a los 3 días del traumatismo.
La técnica diagnóstica más sensible es la angiografía, aunque al ser agresiva se practica cuando hay sospecha por ecografía Doppler, TC o angiorresonancia. El tratamiento ha de ser individualizado.
La anticoagulación constituye la terapia estándar y el tratamiento antiagregante está indicado en casos de contraindicación relativa para la anticoagulación y en pacientes asintomáticos, quedando el tratamiento trombolítico reservado para las primeras horas de evolución. La reparación quirúrgica constituye el tratamiento de elección en los seudoaneurismas y dado que la inaccesibilidad suele ser uno de los problemas principales de la cirugía, los stents intravasculares pueden constituir una buena alternativa terapéutica en las lesiones que no responden a tratamiento médico.
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Notas:
Palabras clave:
Arteria carótida común, Casos clínicos, Heridas y traumatismos, Traumatismos craneoencefálicos
ID MEDES:
6012
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