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Fístula aortoentérica secundaria a infección de prótesis aortobifemoral
Anales de Medicina Interna 2002;19(5): 246-250
BOTELLA FG, LABIÓS GÓMEZ M, IBÁÑEZ GADEA L, FÁCILA RUBIO L, CARBONELL CANTÍ C
Anales de Medicina Interna 2002;19(5): 246-250
Resumen del Autor:
Presentamos el caso de un hombre de 76 años, intervenido de una obstrucción iliaca bilateral mediante colocación de una prótesis aortobifemoral, que cinco años después presentó dolor en la fosa iliaca izquierda y fiebre en agujas de 39º C. En la exploración física destacaba un abdomen doloroso en la fosa iliaca izquierda con signos de irritación peritoneal. En las pruebas de laboratorio se detectó una leucocitosis con neutrofilia y hemocultivos negativos. La tomografía computadorizada (TC) objetivó la presencia de burbujas de gas alrededor de la prótesis, así como una colección líquida con áreas necróticas en su interior que afectaba a los músculos psoas e iliaco. En la misma exploración, la punción aspirativa con drenaje del absceso demostró en los cultivos realizados en medios aerobios la presencia de Enterococcus faecalis y Enterobacter cloacae. Al presentar bruscamente una hemorragia gastrointestinal alta, se le practicó una endoscopia gastroduodenal en la que se evidenció una fístula aortoduodenal con sangrado activo. Cuando se le iba a practicar un bypass extraanatómico, el enfermo falleció al presentar un shock hipovolémico brusco, que no respondió al tratamiento pertinente. Analizamos los criterios diagnósticos actuales de infección de las prótesis vasculares y su complicación más grave, la fistula aortoentérica (FAE), que aparece en el 0,3-5,9% de los pacientes que sufren reconstrucciones protésicas de la aorta abdominal, ya sea por enfermedades oclusivas o aneurismáticas. Destacamos la importancia de realizar un diagnóstico precoz de la infección de la porción retroperitoneal del injerto vascular que, a menudo, se manifiesta con signos clínicos sutiles y no específicos, con las técnicas actualmente disponibles como: la TC, la punción aspirativa guiada por ella, y la angiografía. Todo esto, con el fin de erradicar el proceso infeccioso y disminuir las tasas de mortalidad, desde las actuales del 43%, hasta las más optimistas estimadas en un 19%.
Presentamos el caso de un hombre de 76 años, intervenido de una obstrucción iliaca bilateral mediante colocación de una prótesis aortobifemoral, que cinco años después presentó dolor en la fosa iliaca izquierda y fiebre en agujas de 39º C. En la exploración física destacaba un abdomen doloroso en la fosa iliaca izquierda con signos de irritación peritoneal. En las pruebas de laboratorio se detectó una leucocitosis con neutrofilia y hemocultivos negativos. La tomografía computadorizada (TC) objetivó la presencia de burbujas de gas alrededor de la prótesis, así como una colección líquida con áreas necróticas en su interior que afectaba a los músculos psoas e iliaco. En la misma exploración, la punción aspirativa con drenaje del absceso demostró en los cultivos realizados en medios aerobios la presencia de Enterococcus faecalis y Enterobacter cloacae. Al presentar bruscamente una hemorragia gastrointestinal alta, se le practicó una endoscopia gastroduodenal en la que se evidenció una fístula aortoduodenal con sangrado activo. Cuando se le iba a practicar un bypass extraanatómico, el enfermo falleció al presentar un shock hipovolémico brusco, que no respondió al tratamiento pertinente. Analizamos los criterios diagnósticos actuales de infección de las prótesis vasculares y su complicación más grave, la fistula aortoentérica (FAE), que aparece en el 0,3-5,9% de los pacientes que sufren reconstrucciones protésicas de la aorta abdominal, ya sea por enfermedades oclusivas o aneurismáticas. Destacamos la importancia de realizar un diagnóstico precoz de la infección de la porción retroperitoneal del injerto vascular que, a menudo, se manifiesta con signos clínicos sutiles y no específicos, con las técnicas actualmente disponibles como: la TC, la punción aspirativa guiada por ella, y la angiografía. Todo esto, con el fin de erradicar el proceso infeccioso y disminuir las tasas de mortalidad, desde las actuales del 43%, hasta las más optimistas estimadas en un 19%.
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Notas:
Palabras clave:
Casos clínicos, Fístula vascular, Infecciones relacionadas con prótesis, Prótesis valvulares cardíacas
ID MEDES:
5232
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