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¿Influye la experiencia en la percepción de disnea?
Archivos de Bronconeumología 2006;42(4): 171-174
MARTÍNEZ-MORAGÓN E, PERPIÑÁ M, BELLOCH A
Archivos de Bronconeumología 2006;42(4): 171-174
Resumen del Autor:
Objetivo: En la percepción de las sensaciones somáticas, como la disnea, pueden influir factores tales como la propia personalidad del individuo, su experiencia previa o su capacidad de adaptación a los estímulos. El objetivo del presente estudio ha sido conocer si los pacientes con asma perciben una situación de broncoconstricción aguda de forma diferente de los pacientes que nunca han sufrido un episodio previo de obstrucción de la vía aérea. Pacientes y método: Estudiamos 2 grupos de pacientes. El primero estaba formado por 24 sujetos con rinitis y asma intermitente (10 mujeres y 14 varones, con una edad media ± desviación estándar de 25 ± 7 años), que no referían sentir disnea basal en la escala de Borg. El segundo lo formaron 24 pacientes con rinitis sola, sin enfermedad pulmonar (nunca habían sufrido un episodio de asma) ni disnea basal (12 mujeres y 12 varones, edad media de 27 ± 6 años). No había diferencias significativas entre los grupos en cuanto a edad, sexo, porcentaje
de fumadores, nivel económico y educativo, ansiedad determinada por el State-Trait Anxiety Inventory, versión Rasgo (STAI-R), depresión (Beck) ni parámetros espirométricos. A todos ellos se les realizó una prueba de broncoprovocación con histamina midiendo la disnea experimentada tras cada dosis del fármaco en una escala modificada de Borg. Se calculó la PD20, es decir, la dosis de agente broncoconstrictor capaz de producir un descenso del 20% del valor inicial del volumen espiratorio forzado en el primer segundo (FEV1), así como la percepción de disnea con una caída del FEV1 del 5, el 10, el 15 y el 20% (PS5, PS10, PS15 y PS20, respectivamente). Resultados: No percibió disnea con el descenso del 20% en el FEV1 el 12,5% de los pacientes con asma, frente a un 45% de las personas no asmáticas (p < 0,0001). La media de la PS20 en el primer grupo fue de 2,4 ± 2,1 (rango: 0-7) y en el segundo de 0,37 ± 0,48 (rango: 0-3) (p < 0,0001). En todos los grados de obstrucción
bronquial la disnea percibida por los pacientes con asma fue mayor. La PD20 fue diferente en ambos grupos (1,6 ± 2 frente a 6,03 ± 5; p < 0,003), pero no hubo relación significativa entre la PD20 y la PS20 (coeficiente de correlación de Spearman: 0,19, p = 0,221). Conclusión: Nuestros datos apoyan la hipótesis de que la adecuada percepción de la disnea se fundamenta en aspectos como la experiencia previa y el aprendizaje.
Objetivo: En la percepción de las sensaciones somáticas, como la disnea, pueden influir factores tales como la propia personalidad del individuo, su experiencia previa o su capacidad de adaptación a los estímulos. El objetivo del presente estudio ha sido conocer si los pacientes con asma perciben una situación de broncoconstricción aguda de forma diferente de los pacientes que nunca han sufrido un episodio previo de obstrucción de la vía aérea. Pacientes y método: Estudiamos 2 grupos de pacientes. El primero estaba formado por 24 sujetos con rinitis y asma intermitente (10 mujeres y 14 varones, con una edad media ± desviación estándar de 25 ± 7 años), que no referían sentir disnea basal en la escala de Borg. El segundo lo formaron 24 pacientes con rinitis sola, sin enfermedad pulmonar (nunca habían sufrido un episodio de asma) ni disnea basal (12 mujeres y 12 varones, edad media de 27 ± 6 años). No había diferencias significativas entre los grupos en cuanto a edad, sexo, porcentaje
de fumadores, nivel económico y educativo, ansiedad determinada por el State-Trait Anxiety Inventory, versión Rasgo (STAI-R), depresión (Beck) ni parámetros espirométricos. A todos ellos se les realizó una prueba de broncoprovocación con histamina midiendo la disnea experimentada tras cada dosis del fármaco en una escala modificada de Borg. Se calculó la PD20, es decir, la dosis de agente broncoconstrictor capaz de producir un descenso del 20% del valor inicial del volumen espiratorio forzado en el primer segundo (FEV1), así como la percepción de disnea con una caída del FEV1 del 5, el 10, el 15 y el 20% (PS5, PS10, PS15 y PS20, respectivamente). Resultados: No percibió disnea con el descenso del 20% en el FEV1 el 12,5% de los pacientes con asma, frente a un 45% de las personas no asmáticas (p < 0,0001). La media de la PS20 en el primer grupo fue de 2,4 ± 2,1 (rango: 0-7) y en el segundo de 0,37 ± 0,48 (rango: 0-3) (p < 0,0001). En todos los grados de obstrucción
bronquial la disnea percibida por los pacientes con asma fue mayor. La PD20 fue diferente en ambos grupos (1,6 ± 2 frente a 6,03 ± 5; p < 0,003), pero no hubo relación significativa entre la PD20 y la PS20 (coeficiente de correlación de Spearman: 0,19, p = 0,221). Conclusión: Nuestros datos apoyan la hipótesis de que la adecuada percepción de la disnea se fundamenta en aspectos como la experiencia previa y el aprendizaje.
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Notas:
Palabras clave:
ID MEDES:
33398
DOI: 10.1157/13086631 *
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