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Análisis poblacional de la necesidad de cambios y tasas de continuidad de los diferentes fármacos antihipertensivos
Medicina Clínica 2001;116(6): 209-213
SIERRA ALONSO FJ, LAGAREJOS TRICAS C, CIRUJANO PITA F
Medicina Clínica 2001;116(6): 209-213
Resumen del Autor:
Fundamento: El tratamiento farmacológico de la hipertensión arterial precisa ser modificado frecuentemente por ineficacia o intolerancia. El objetivo del presente trabajo es comparar la incidencia de cambios de los nuevos fármacos antihipertensivos frente a los clásicos bloqueadores beta y diuréticos, además de definir en el tiempo la probabilidad de continuidad de cada grupo.
Material y método: Se revisaron las historias clínicas de los hipertensos de un centro de salud y se registraron los cambios y sus causas en el período de octubre de 1997 a septiembre de 1999. Se calculó la incidencia de cambio por efecto adverso, ineficacia y global de cada grupo, así como los riesgos relativos de cambio de todos frente a bloqueadores beta, diuréticos, inhibidores de la enzima conversiva de la angiotensina (IECA) y antagonistas de los receptores de la angiotensina-II (ARA-II). Mediante tablas de vida se describe la probabilidad acumulada de continuidad.
Resultados: El 27,6% de los 786 tratamientos evaluados tuvieron que ser cambiados, el 51,4% de ellos por efectos adversos y el 29,8% por ineficacia. La probabilidad de continuidad era del 88% a los 3 meses, del 81% a los 6 meses, del 71% al año y del 54% a los 2 años. Los cambios por intolerancia ocurrieron en el 51% en los primeros 3 meses, y el riesgo persistió después en el tiempo. La incidencia de cambios globales por 1.000 meses de prescripción fue la siguiente: ARA-II, 17,1; bloqueadores beta, 18,4; combinación IECA-diurético, 22,7; IECA, 23,7; diuréticos, 35,4; antagonistas del calcio, 37,4, y bloqueadores alfa, 42,2. El análisis de cambios por efectos adversos dio resultados muy similares. Los antagonistas del calcio tuvieron, respecto al resto, un riesgo significativamente superior de cambio por este motivo. Las tasas de continuidad fueron superiores para bloqueadores beta y ARA-II, seguidos de IECA y la combinación IECA-diurético.
Conclusión: Los fármacos antihipertensivos se cambian con más frecuencia de lo deseable y tienen unas bajas tasas de continuidad. Las diferencias observadas en la incidencia de cambios y tasas de continuidad entre los diferentes grupos farmacológicos no justifican, en sí mismas, la necesidad de modificar la recomendación general de utilizar los bloqueadores beta y diuréticos como primera elección en el tratamiento inicial de la hipertensión arterial.
Fundamento: El tratamiento farmacológico de la hipertensión arterial precisa ser modificado frecuentemente por ineficacia o intolerancia. El objetivo del presente trabajo es comparar la incidencia de cambios de los nuevos fármacos antihipertensivos frente a los clásicos bloqueadores beta y diuréticos, además de definir en el tiempo la probabilidad de continuidad de cada grupo.
Material y método: Se revisaron las historias clínicas de los hipertensos de un centro de salud y se registraron los cambios y sus causas en el período de octubre de 1997 a septiembre de 1999. Se calculó la incidencia de cambio por efecto adverso, ineficacia y global de cada grupo, así como los riesgos relativos de cambio de todos frente a bloqueadores beta, diuréticos, inhibidores de la enzima conversiva de la angiotensina (IECA) y antagonistas de los receptores de la angiotensina-II (ARA-II). Mediante tablas de vida se describe la probabilidad acumulada de continuidad.
Resultados: El 27,6% de los 786 tratamientos evaluados tuvieron que ser cambiados, el 51,4% de ellos por efectos adversos y el 29,8% por ineficacia. La probabilidad de continuidad era del 88% a los 3 meses, del 81% a los 6 meses, del 71% al año y del 54% a los 2 años. Los cambios por intolerancia ocurrieron en el 51% en los primeros 3 meses, y el riesgo persistió después en el tiempo. La incidencia de cambios globales por 1.000 meses de prescripción fue la siguiente: ARA-II, 17,1; bloqueadores beta, 18,4; combinación IECA-diurético, 22,7; IECA, 23,7; diuréticos, 35,4; antagonistas del calcio, 37,4, y bloqueadores alfa, 42,2. El análisis de cambios por efectos adversos dio resultados muy similares. Los antagonistas del calcio tuvieron, respecto al resto, un riesgo significativamente superior de cambio por este motivo. Las tasas de continuidad fueron superiores para bloqueadores beta y ARA-II, seguidos de IECA y la combinación IECA-diurético.
Conclusión: Los fármacos antihipertensivos se cambian con más frecuencia de lo deseable y tienen unas bajas tasas de continuidad. Las diferencias observadas en la incidencia de cambios y tasas de continuidad entre los diferentes grupos farmacológicos no justifican, en sí mismas, la necesidad de modificar la recomendación general de utilizar los bloqueadores beta y diuréticos como primera elección en el tratamiento inicial de la hipertensión arterial.
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Notas:
Palabras clave:
Agentes antihipertensivos, Hipertensión arterial, Preparaciones farmacéuticas
ID MEDES:
173
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