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La importancia de la nutrición en los primeros 1.000 días de la vida
Acta Pediátrica Española 2018;76(3-4): e33-e40
MALDONADO LOZANO J
Acta Pediátrica Española 2018;76(3-4): e33-e40
Resumen del Autor:
La salud y la enfermedad están influenciadas en diferentes etapas de la vida por una combinación de factores genéticos, epigenéticos y ambientales. Está bien documentado que durante el desarrollo temprano la respuesta a diversos estímulos puede programar el riesgo de enfermedades no transmisibles (ENT). Los 1.000 días entre el embarazo y el segundo año de edad son un periodo de oportunidad único, ya que es cuando se establecen los fundamentos de la salud, el crecimiento y el neurodesarrollo para toda la vida. La nutrición temprana ejerce, tanto a corto como a largo plazo, el efecto sobre la salud mediante la programación inmunológica y metabólica y el desarrollo microbiológico. La interacción huésped-microbiota parece influir sobre el riesgo de desarrollar una enfermedad atópica. Por otra parte, la nutrición es especialmente importante para el desarrollo de habilidades cognitivas, motoras y socioemocionales, y mejora el rendimiento escolar y los ingresos económicos en el adulto. La desnutrición durante el embarazo afecta al crecimiento fetal, es un factor determinante del retraso del crecimiento y puede acarrear consecuencias, como la obesidad y las ENT. Existen suficientes evidencias que sugieren que la lactancia materna es un factor protector contra la obesidad y las ENT en la edad adulta, y la intervención precoz sobre la alimentación en los lactantes tendrá una influencia relevante sobre las preferencias alimentarias posteriores. En conclusión, una buena nutrición en los primeros 1.000 días de vida tendrá una influencia muy beneficiosa para la salud posterior. Optimizar el crecimiento prenatal y posnatal temprano es esencial desde el punto de vista preventivo.
La salud y la enfermedad están influenciadas en diferentes etapas de la vida por una combinación de factores genéticos, epigenéticos y ambientales. Está bien documentado que durante el desarrollo temprano la respuesta a diversos estímulos puede programar el riesgo de enfermedades no transmisibles (ENT). Los 1.000 días entre el embarazo y el segundo año de edad son un periodo de oportunidad único, ya que es cuando se establecen los fundamentos de la salud, el crecimiento y el neurodesarrollo para toda la vida. La nutrición temprana ejerce, tanto a corto como a largo plazo, el efecto sobre la salud mediante la programación inmunológica y metabólica y el desarrollo microbiológico. La interacción huésped-microbiota parece influir sobre el riesgo de desarrollar una enfermedad atópica. Por otra parte, la nutrición es especialmente importante para el desarrollo de habilidades cognitivas, motoras y socioemocionales, y mejora el rendimiento escolar y los ingresos económicos en el adulto. La desnutrición durante el embarazo afecta al crecimiento fetal, es un factor determinante del retraso del crecimiento y puede acarrear consecuencias, como la obesidad y las ENT. Existen suficientes evidencias que sugieren que la lactancia materna es un factor protector contra la obesidad y las ENT en la edad adulta, y la intervención precoz sobre la alimentación en los lactantes tendrá una influencia relevante sobre las preferencias alimentarias posteriores. En conclusión, una buena nutrición en los primeros 1.000 días de vida tendrá una influencia muy beneficiosa para la salud posterior. Optimizar el crecimiento prenatal y posnatal temprano es esencial desde el punto de vista preventivo.
Patterns of health and disease are influenced at different stage of the life course by a combination of genetic, epigenetic, and environmental factors. It is well-documented that during early development response to a range of stimuli are likely to program the risk of non-communicable diseases. The 1.000 days between pregnancy and a child’s 2nd birthday is a unique period of opportunity when the foundations of optimum health, growth, and neurodevelopment across the lifespam are established. Early nutrition exerts both short- and long-term effect on health of the host by programming immunological, metabolic, and microbiological development. Host-microbe interaction appears to affect the risk of developing atopic disease. Moreover, nutrition is especially important for the developed of cognitive, motor and socio-emotional skills, and improves school achievement and earnings. Undernutrition during pregnancy affecting fetal growth is a major determinant of stunting and can lead to consequences such as obesity and non-communicable diseases. A growing body of evidence suggests that breastfeeding has protective roles against obesity and non-communicable diseases during adulthood, and early influences on feeding practices in infants have a relevant role on later food preferences. In conclusion, better nutrition in de first 1,000 days of live are of major importance for later health. Optimizing prenatal and early growth is essential from preventive point of view.
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Notas:
Palabras clave:
Lactancia materna, Lactantes, Microbiota intestinal, Nutrición infantil, Pediatría, Revisión
ID MEDES:
134760
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