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La intervención geriátrica puede mejorar el curso clínico de los ancianos frágiles con fractura de cadera
Medicina Clínica 2001;116(1): 1-5
GONZÁLEZ-MONTALVO JI, ALARCÓN T, SÁEZ P
Medicina Clínica 2001;116(1): 1-5
Resumen del Autor:
Fundamento: El tratamiento actual de la fractura de cadera osteoporótica requiere la participación de varias especialidades. El objetivo de este estudio fue conocer el perfil de los pacientes con esta fractura candidatos a la consulta a un equipo de valoración geriátrica (EVG), así como la influencia que tiene el seguimiento geriátrico sobre la evolución intrahospitalaria.
Pacientes y método: Se evaluó a todos los pacientes mayores de 64 años ingresados por fractura de cadera en un hospital universitario durante 12 meses. Al ingreso y al alta se evaluó la situación clínica, funcional, mental y social en los pacientes seguidos por el EVG y en los que no se consultaron al mismo. Se compararon ambos grupos y se aplicó un análisis multivariante para conocer las variables asociadas con un curso hospitalario más favorable.
Resultados: Los pacientes que se consultaron al EVG (n = 202) fueron mayores (84,4 frente a 81,7 años), con peor situación funcional previa (índice de Barthel, 72 frente a 79), presentaron mayor frecuencia de enfermedades (5,4 frente a 3,3) y medicaciones previas (3,2 frente a 1,9), deterioro cognitivo (el 52 frente al 41%), riesgo quirúrgico elevado (el 54 frente al 26%) y necesidad de ayuda social (el 57 frente al 38%) que los que no consultaron (n = 200). Al alta, los pacientes seguidos por el EVG presentaban mejor situación funcional (índice de Barthel, 38,5 frente a 34) y, con más frecuencia que los no consultados, habían sido intervenidos quirúrgicamente (el 92 frente al 84%), recibido fisioterapia (el 83,7 frente al 66,5%) y deambulaban (el 56,1 frente al 33,8%). En el análisis multivariante, la intervención del EVG apareció como una variable independiente asociada a ser intervenido (odds ratio [OR], 4,2; intervalo de confianza [IC]: 2,80-6,34), recuperar la deambulación al alta (OR, 8,26; IC, 5,23-13,04) y recibir más diagnósticos (OR, 79,69; IC: 55,48-114,45), y no se asoció a una estancia hospitalaria mayor.
Conclusiones: Los pacientes con fractura de cadera en fase aguda que se consultan a geriatría son de mayor complejidad que los no consultados. La intervención del EVG en el seguimiento de estos pacientes mejora su curso clínico y la eficacia del ingreso hospitalario.
Fundamento: El tratamiento actual de la fractura de cadera osteoporótica requiere la participación de varias especialidades. El objetivo de este estudio fue conocer el perfil de los pacientes con esta fractura candidatos a la consulta a un equipo de valoración geriátrica (EVG), así como la influencia que tiene el seguimiento geriátrico sobre la evolución intrahospitalaria.
Pacientes y método: Se evaluó a todos los pacientes mayores de 64 años ingresados por fractura de cadera en un hospital universitario durante 12 meses. Al ingreso y al alta se evaluó la situación clínica, funcional, mental y social en los pacientes seguidos por el EVG y en los que no se consultaron al mismo. Se compararon ambos grupos y se aplicó un análisis multivariante para conocer las variables asociadas con un curso hospitalario más favorable.
Resultados: Los pacientes que se consultaron al EVG (n = 202) fueron mayores (84,4 frente a 81,7 años), con peor situación funcional previa (índice de Barthel, 72 frente a 79), presentaron mayor frecuencia de enfermedades (5,4 frente a 3,3) y medicaciones previas (3,2 frente a 1,9), deterioro cognitivo (el 52 frente al 41%), riesgo quirúrgico elevado (el 54 frente al 26%) y necesidad de ayuda social (el 57 frente al 38%) que los que no consultaron (n = 200). Al alta, los pacientes seguidos por el EVG presentaban mejor situación funcional (índice de Barthel, 38,5 frente a 34) y, con más frecuencia que los no consultados, habían sido intervenidos quirúrgicamente (el 92 frente al 84%), recibido fisioterapia (el 83,7 frente al 66,5%) y deambulaban (el 56,1 frente al 33,8%). En el análisis multivariante, la intervención del EVG apareció como una variable independiente asociada a ser intervenido (odds ratio [OR], 4,2; intervalo de confianza [IC]: 2,80-6,34), recuperar la deambulación al alta (OR, 8,26; IC, 5,23-13,04) y recibir más diagnósticos (OR, 79,69; IC: 55,48-114,45), y no se asoció a una estancia hospitalaria mayor.
Conclusiones: Los pacientes con fractura de cadera en fase aguda que se consultan a geriatría son de mayor complejidad que los no consultados. La intervención del EVG en el seguimiento de estos pacientes mejora su curso clínico y la eficacia del ingreso hospitalario.
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Notas:
Palabras clave:
Ancianos, Fracturas de cadera, Osteoporosis
ID MEDES:
106
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