1
La vacunación en la farmacia comunitaria: una oportunidad para el sistema sanitario
Farmacéuticos comunitarios 2015;7(3): 3-6
MAGRO M
Farmacéuticos comunitarios 2015;7(3): 3-6
Resumen del Autor:
Cuando desarrollas tu carrera profesional en el ámbito de la farmacia familiar y comunitaria, pocos de nosotros damos la importancia que merecen a las vacunas como medicamentos que se dispensan en ella. No quiero decir con esto que falte rigor en aspectos como su correcta conservación y almacenamiento o no se preste especial atención en mantener la cadena de frío con el fin de asegurar que cuando sea administrada al paciente llegue en perfectas condiciones y resulte efectiva. Pero, ¿realizamos una dispensación igual que si se tratara de otros medicamentos con los que estamos más familiarizados por tratar enfermedades crónicas o más prevalentes? Me atrevería a asegurar que no. Nos limitamos a “entregar la vacuna”, indicando al paciente que la conserve en el frigorífico (no congelador) hasta que se la pongan en un centro de salud público o privado, que no incluye actualmente a la farmacia comunitaria en España. ¿Realizamos una correcta educación sanitaria y le ofrecemos un seguimiento tras la vacunación? La respuesta vuelve a ser, en la mayoría de los casos, no. Nos centramos principalmente en informar sobre los posibles efectos adversos tras la vacunación. ¿Y la vacunación del viajero? Aquí se puede afirmar que sí estamos avanzando más en ofrecer asesoramiento. ¿Por qué actuamos así frente a este tipo de fármacos? Sencillamente, y desde mi particular punto de vista, porque nos falta formación. Creemos que esta rama de la sanidad no forma parte de nuestra actividad profesional y damos por hecho que es más competencia de salud pública, los centros de salud y enfermería que nuestra. Deberíamos plantearnos un cambio respecto a cómo abordar la vacunación desde la farmacia comunitaria.
Cuando desarrollas tu carrera profesional en el ámbito de la farmacia familiar y comunitaria, pocos de nosotros damos la importancia que merecen a las vacunas como medicamentos que se dispensan en ella. No quiero decir con esto que falte rigor en aspectos como su correcta conservación y almacenamiento o no se preste especial atención en mantener la cadena de frío con el fin de asegurar que cuando sea administrada al paciente llegue en perfectas condiciones y resulte efectiva. Pero, ¿realizamos una dispensación igual que si se tratara de otros medicamentos con los que estamos más familiarizados por tratar enfermedades crónicas o más prevalentes? Me atrevería a asegurar que no. Nos limitamos a “entregar la vacuna”, indicando al paciente que la conserve en el frigorífico (no congelador) hasta que se la pongan en un centro de salud público o privado, que no incluye actualmente a la farmacia comunitaria en España. ¿Realizamos una correcta educación sanitaria y le ofrecemos un seguimiento tras la vacunación? La respuesta vuelve a ser, en la mayoría de los casos, no. Nos centramos principalmente en informar sobre los posibles efectos adversos tras la vacunación. ¿Y la vacunación del viajero? Aquí se puede afirmar que sí estamos avanzando más en ofrecer asesoramiento. ¿Por qué actuamos así frente a este tipo de fármacos? Sencillamente, y desde mi particular punto de vista, porque nos falta formación. Creemos que esta rama de la sanidad no forma parte de nuestra actividad profesional y damos por hecho que es más competencia de salud pública, los centros de salud y enfermería que nuestra. Deberíamos plantearnos un cambio respecto a cómo abordar la vacunación desde la farmacia comunitaria.
When you start a career in the field of family and community pharmacy, few of us lay down the importance deserved by vaccines as medicines dispensed in this field. I do not wish to say that rigor is lacking in aspects such as their correct maintenance and storage or special care is not taken to maintaining the cold chain with the purpose of ensuring that when it is administered to the patient it arrives in perfect condition and is effective. However, is dispensing the same as when we are dealing with other drugs with which we are more familiar to treat chronic or more prevalent diseases? I would venture to say no. We limit ourselves to "delivering the vaccine", and tell the patient to keep it in the fridge (not a freezer) until it is administered in a public or private health center, which does not currently include community pharmacy in Spain. Are we educating patients in healthcare correctly and do we offer follow up after vaccination? In most cases the answer is, once again, no. We focus primarily on notifying possible adverse effects after vaccination. And what about vaccination of the traveler? Here we can state that we are progressing more over offering advice. Why do we act in this way against this kind of drug? Put simply and from my individual point of view, because we lack information. We believe that this branch of healthcare does not form part of our professional activity and we take it as given that it falls more under the scope of public healthcare, health centers and nurses than ourselves. We should consider a change in regard to how to tackle vaccination from a community pharmacy perspective.
Traducir
Notas:
Palabras clave:
Farmacéuticos, Servicios comunitarios de farmacia, Vacunación, Vacunas
ID MEDES:
105171
DOI: 10.5672/FC.2173-9218.(2015/Vol7).003.01 *
* RECUERDE. Al pulsar el enlace “Texto completo”, usted abandonará el entorno MEDES. En ese caso, la web a la que desea acceder no es propiedad de Fundación Lilly y, por tanto, ésta no se responsabiliza de los contenidos, informaciones o servicios presentes en ella, ni de la política de privacidad que aplique el sitio web de un tercero.